La situación general del uso de pilas alcalinas en la actualidad continúa siendo vigente en algunos dispositivos utilizados por la población mexicana.

Es importante tener en cuenta que desde el año 2001 se suspendió en nuestro país la producción de pilas, esto debido a las irregularidades de fabricación de las mismas. Se advierte que alrededor del 40 por ciento de las pilas que se venden en territorio mexicano (260 millones de unidades) son de procedencia ilegal, por lo que el 100% de las pilas que se comercializan legalmente son importadas.

Cabe mencionar que no todas las pilas alcalinas son peligrosas. Las que probablemente podrían ser son las que no están reguladas y las que se consideran residuos peligrosos (Pilas óxido de mercurio -Pilas zinc-óxido de plata), aunque por las segundas no debe existir problema alguno ya que México ha ratificado el Convenio de Minamata sobre Mercurio (2020), el cual establece que no se pueden producir, importar ni exportar pilas con mercurio añadido.

Actualmente las pilas alcalinas legales son clasificadas como las muestra la siguiente tabla:

                                                                                 (SEMARNAT, consultado en diciembre de 2020)

Pero, ¿Qué podemos hacer nosotros como consumidores?, estas son algunas de las medidas que podemos tomar para no afectar nuestra salud ni el medio ambiente, de acuerdo con la SEMARNAT:

• Comprar pilas en el mercado formal y no consumir pilas sin marcas o especificaciones.
• Adquirir pilas recargables y, de preferencia, con tecnología que no se convierta en un residuo peligroso.
• Reducir el uso de aparatos que utilicen baterías.
• No quemarlas ni desarmarlas.
• No mezclar los residuos de pilas con otros tipos de residuos.
  
• No depositarlas en tiraderos a cielo abierto, lotes baldíos y cuerpos de agua.
• Retirar las pilas de los aparatos eléctricos y electrónicos, cuando éstos no se estén utilizando, con el fin de evitar que éstas se descarguen de manera innecesaria o que presenten escurrimientos.
  
  
  

Recuerda que nosotros como consumidores finales, tenemos el poder en nuestras manos de cambiar el mundo. #PorUnMéxicoMásLimpio